Los rituales, son acciones repetidas que estabilizan la vida, puntos de resonancia entre lo humano y lo trascendente.  La repetición se vuelve un lenguaje que intensifica el tiempo, permitiendo demorarse en la experiencia.

El diseño ritual es el gesto con el que la materia se eleva hacia lo inasible. Los objetos concebidos para rituales encarnan fragmentos de una necesidad que encuentra forma a través del hacer. Son evidencia de una energía que recorrió hábitos a lo largo de generaciones, cristalizada en una presencia tangible, para ser comprendida mediante los sentidos.

Tal vez, el diseño ritual contemporáneo radique en esa capacidad de reconocer la urgencia de demorarse, de devolverle a las cosas la posibilidad de durar. Esta muestra invita a pensar el diseño como un lenguaje de lo sagrado, un campo donde las formas emergen de la práctica y los objetos devienen testigos de los ritmos que articulan la vida.